Corría
el triciclo del abatanador en las aceras de los parques, atropellando a
cualquier cochino de engorda en el camino, y es que después de vender la
tortia, su juego preferido era el de abatanar a los "monos" que
encontrase en su camino, imbecil el que se dejara abatanar por el cerdo
subnormal, y es que una día un gendarme lo vió chingando a los cochinos que
estaban sentados en la calle, y sin pensarlo dos veces lo apabullo y le luyo
las piernas con su macana, dejándolo inconciente, luego lo llevó a un solar
despejado, donde al despertar nuestro abatanador, una ves abatanado, decidió
dejar de abatanar a los cochinos de engorda (gente morena) y prometió no volver
a hacerlo mientras los gendarmes gobernaran la Tierra.
Abatanador:
dícese de la persona que golpea a otra con algún objeto.
Monos:
personas comúnes y corrientes, más corrientes que comunes.
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