Sus ropas aleteaban con el viento como si estuvieran en llamas y su cabello le pegaba en la cara y se levantaba como llamas negras sobre su cabeza.
Volaba casi por sobre el asfalto, como si una nave lo levantara y lo impulsará sutilmente, uno de sus pies tocaba sutilmente el suelo que parecía un lago oscuro donde el fantasma volaba por sobre la superficie, sin alterar la paz del asfalto.
"paradise lost" sonaba en la radio del auto, la armonía de la música se sincronizaba perfectamente con los movimientos de la sombra.
La luz del auto le pegaba en el cuerpo, como anunciando un espectáculo inesperado y esta vez yo anunciaba su entrada al espectáculo nocturno, dos seres distantes, yo un amante de la música y la noche y él un fantasma del asfalto, surfeando la noche en su patineta.
De repente algo golpeó mi mente, el impulso de la libertad hablándome al oído.
Como siempre he dicho, miles de universos se crean y se destruyen en un sólo día.
Esa noche había nacido otro universo que permanece en expansión.
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