martes, 10 de abril de 2012

La Leyenda de Galeno

Galeno nació en un humilde pueblo alejado de la ciudad capital, para llegar a su localidad había que cruzar entre caminos llenos de arboles altos y que cubrían el cielo provocando una leve sombra a los que caminaban en ellos. La infancia de Galeno fue difícil, llena de muchas carencias aun así logró sortear los obstáculos que se presentaron en su vida, y luchando siempre en contra de la voluntad de sus padres, aun así, con el destino en su contra, Galeno se aventuró a la capital unicamente con algunas cosas de valor y unas ropas, viendo su destino incierto, pasó por muchas cosas y logró con mucho sacrificio dominar el arte de la medicina y encontró de esta forma una de ayudar a los que más lo necesitaban, siempre viendo por los más débiles, sus hijos fueron entonces la fuente de inspiración para seguir en un camino lleno de sacrificios.
Los padres de Galeno murieron de manera natural, y él al verse incapaz de poder hacer algo para retardar ese momento comenzó a desarrollar un miedo, un miedo que lo llevaría hasta los mismos años de su infancia en su pueblo natal.
El miedo era una constante en la vida de Galeno, sabía que las enfermedades siempre estarían presentes y esperando el momento para llevarselo a la otra vida como sucedió con sus padres, pero él ya añoraba sus años de juventud, su cuerpo ya no era el mismo que hacia ya 30 años y la idea de la muerte era algo que no podía soportar.
Y la sombra del miedo cubrió su mente entretegiendo pesadillas y realidades que él se negaba a ver, y así, pronto comenzó a padecer de insomnio. Las noches ya no eran las mismas, el contacto con enfermos hacia que sintiera una enorme preocupación al llegar a casa, sus ojos se hinchaban y llenaban de sangre y poco a poco comenzó a perder el sentido del oído y a perder contacto con sus hijos y su esposa, el miedo de perderlos por envejecer y morir era grande en él, sin embargo el silencio con su familia solo lo encerraba cada ves más en un mundo de miedos e inseguridades.
Galeno se sentía enfermo y ahora dormía menos, sus pesadillas se volvían reales y su mundo caía todos los días delante de sus ojos, miedo y más miedo a morir, a enfermarse, a perder a su familia, él no había resuelto que muchos de sus miedos no tenían sentido, pero una infancia insegura y llena de dificultades cultivó algo que había estado llevando toda su vida.
Te supliqué despertar y entrar en una nueva conciencia, pero tu, Galeno, no has abierto los ojos aún hoy, no te has dado cuenta que tu mente esta jugando contigo y te ha llevado más lejos de lo que nunca imaginaste, sigues encerrado en esa cárcel de miedos que no te deja ver que la cura para tus males es que entiendas que la muerte no es el final y que tus hijos ya no son unos niños, que ahora son hombres y que te has alejado de ellos...estas sumergido y perdido en un mundo lleno de pensamientos enfermos...despierta de una ves, te lo suplico...

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